lunes, 2 de noviembre de 2009

EL CAZADOR DE SANDIAS

Había una vez un hombre que salió de su país, se
extravió y fue a dar al mundo conocido como el País
de los Tontos.
Pronto vio a un grupo de personas que corrían aterrorizadas,
alejándose de un campo donde habían intentado
sembrar trigo. "¡Hay un monstruo en ese campo!",
decían. Miró y vio que era una sandía.
Se ofreció para matar al "monstruo". Después de
arrancar la sandía de la rama, cortó un pedazo y empezó
a comerlo. El terror que les produjo fue aún
mayor que el que les había causado la sandía.
Lo ahuyentaron con horquillas, gritando: "Nos matará
también a nosotros, a menos que nos deshagamos
de él".
Sucedió que en otro tiempo, otro hombre también
se extravió y llegó ni País de los Tontos, y comenzó a
sucederle lo mismo. Pero en vez de ofrecerles ayuda
contra el "monstruo", estuvo de acuerdo con ellos en
que seguramente era peligroso y al alejarse de él, silenciosamente,
junto con todos, ganó su confianza. Pasó
un largo tiempo en sus casas, hasta que les pudo enseñar,
poco a poco, los hechos básicos que les permitieran
no sólo perder el miedo que tenían a las sandías,
sino hasta cultivarlas para su beneficio.

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